LA PUENTE SE PREPARA PARA SU GRAN CITA FLAMENCA

 
Puente Genil, un año más, se prepara para vivir una nueva
edición, concretamente su nada más y nada menos que quincuagésima segunda, de
su Festival de Cante Grande en honor
a uno de los cantaores más importantes e influyentes de la historia del
flamenco: don Antonio Fernández Díaz Fosforito. A pesar de no existir en Puente Genil, desde el punto de vista de
la afición, una actividad y movilización flamenca tan intensa como las de otras
poblaciones como Mairena o Jerez, sí que, tanto su administración local como
sus aficionados responden con claro compromiso a esta cita anual, vivida en la
localidad como un auténtico acontecimiento social. 
 
Una cita que conserva su formato tradicional: aquél que surgió a mediados del siglo pasado para ofrecer,
en las calurosas y largas noches veraniegas de nuestra Andalucía, el arte
flamenco de una manera familiar, amable y participativa, intentado convocar a
la mayor cantidad de publico posible. Un formato al que un servidor
introduciría algunas modificaciones para hacerlo más actual, diverso, rico y
atrayente – algo que ya se está haciendo con notable éxito en algunas
poblaciones flamencas – con el diseño, en los días previos, de una serie de
actividades tales como: charlas, talleres didácticos, exposiciones, etc.,
manteniéndose, por supuesto, una noche de cante, aunque más corta y menos
intensa. No obstante, el formato actual funciona perfectamente en Puente Genil,
comprobándose cada catorce de agosto con la asistencia de un numeroso e
ilusionado público, tanto local como del resto de la comarca, protagonista de un
extraordinario comportamiento y respeto hacia el arte ofrecido por los artistas.
 
Por nuestro festival ha pasado lo más granado del flamenco de
los últimos cincuenta y dos años en su triple vertiente: cante, toque y baile,
velando, siempre, por ofrecer el flamenco más genuino, sin cerrar las puertas a
las diferentes maneras, todas ellas FLAMENCAS, de expresarlo y sentirlo. No ha
sido, por regla general (como en todo suele haber alguna excepción: recuerdo
hace unos años la presencia de
Niña
Pastori
…), un festival que haya dado púlpito a propuestas musicales no
flamencas, por muy beneficiosas que fuesen para la taquilla. Asimismo, esta
cita flamenca ha contado siempre con el denodado apoyo de todos los
ayuntamientos que hemos tenido, independientemente de su color político, y, por
supuesto, del actual.
Unas veces, como
todo en esta vida, se han hecho las cosas mejor y otras peor – publicidad,
megafonía, participación de las peñas… -, mas siempre nuestros gestores
políticos han puesto en valor este evento, con un encomiable esfuerzo
económico, algo de agradecer. Este año, por eje, se ha vuelto a contar con las
peñas para la configuración del cartel, gesto con el que nos congratulamos
enormemente, ya que los aficionados, que son los que a lo largo del año
mantienen, con increíbles dificultades, encendida la llama del cante, deben
sentirse útiles en la organización de los grandes eventos flamencos de su
pueblo.
 
Como aspecto a mejorar, por lo
menos en este año, está la publicidad del festival. En mi opinión, el cartel se
ha presentado demasiado tarde – a tres semanas vistas – impidiéndose una
adecuada campaña de publicidad del festival. Creo, y lo digo con ánimo constructivo
y ajeno a polémicas, que nuestro festival, por tradición y calidad, se merece
un mayor tiempo de publicitación, que se esté hablando del mismo, y por tanto
del flamenco de Puente Genil, durante meses en los diferentes circuitos y foros
diseñados para ello. Actuación que solo nos proporcionaría beneficios.
 
En cuanto a aspectos logísticos de suma importancia como la
megafonía o el recinto, en los últimos años se ha contado con un equipo de
sonido, y técnicos, de calidad, ofreciendo un resultado excelente, acertándose,
ya desde el año pasado, con el traslado del festival, tras un par de años
desarrollándose, con resultado aciago, en el recinto de la Feria Real, a un lugar
alejado del mismo, consiguiéndose las adecuadas condiciones sonoras.Debemos evitar, para siempre, imágenes, por
eje de hace unos años, de la de todo un José Mercé quejándose, amargamente, en
camerinos ante los medios de comunicación de los ruidosos cacharritos de la
feria.
 
 
Con relación al elenco de artistas, a priori, un acierto. Muy
positivo me parece que, con relación al año pasado, se haya eliminado a un
artista – un festival de más de cuatro o cinco cantaores se me hace, con
perdón, insufrible – y se cuente con el ganador del concurso de cante
Membrillo de Oro, como señal inequívoca
de una apuesta por la juventud flamenca, mas de la que merece la pena, no de
ésa que, en la actualidad, algunos nos quieren meter con calzador. En este
caso, será la jovencísima
Rocío Luna,
que, estoy seguro, demostrará su calidad y sensibilidad flamenca, contentando a
la exigente afición pontana. Un año más disfrutaremos de un cantaor local:
Julián
Estrada
, un artista plenamente consolidado como figura y adorado por la
afición de Puente Genil, cuya concepción flamenca y puesta en escena
(personalidad, suficiencia vocal y musicalidad) gustan muchísimo en este tipo
de espectáculos, como demuestra todos los veranos en los más diversos lugares
de nuestra geografía. 
 
Gozaremos con un cantaor que nunca ha estado en Puente
Genil y que, sin lugar a dudas, es una figura del flamenco actual: el cantaor,
sevillano de adopción,
Pedro El Granaíno, que gustará por su voz
rebosante de matices y su cante muy influenciado por el genio Camarón, con algunas
referencias, entre otros, al gran Tomás. Cómo no, gozaremos del cante jerezano,
sin aditamentos y directo de todo un clásico:
La Macanita. Y como colofón, del arte
de un auténtico MAESTRO: el cordobés
El Pele, del que sobran las palabras.
El cartel se completa con: el baile del cordobés
Rafael del PinoKekoy su grupo; un extraordinario elenco de guitarristas (Niño Seve, Antonio Higuero, Manuel
Silveria, Jesús Zarrias,
Patrocinio Hijo
y Ángel Mata) de variopintas tendencias y maneras, a cuál mejor; y un nutrido
puñado de palmeros destacando los jóvenes pontanenses Álvaro y Fernando Gamero,
cada vez más solicitados en estas lides. Por cierto, no me olvido del magnífico
diseño del cartel del pontano Mario Quero Delgado, que simboliza fenomenalmente
la figura del recordado cantaor pontanés
Manuel
Jiménez Rejano
, este año, ¡por fin!, homenajeado merecidamente a título
póstumo.
 
En definitiva, una cita flamenca ineludible en esta época
estival para disfrutar del buen cante jondo, que, aunque con algunas variaciones,
conserva ese romántico sabor de antaño que tanto recuerdan muchos aficionados. Ahora
quizás se desarrolla, como todos, en un ambiente más frío y con todo
exhaustivamente controlado, mas sin duda se ha mejorado en profesionalidad y
organización en pro de la dignificación de esta maravillosa música. Nos vemos
en
La Puente.
 
 
 

 


SALUDOS FLAMENCOS
 

Álvaro
de la Fuente Espejo
 
 

 

 

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