La Saeta Cuartelera es la modalidad de saeta antigua, vieja,llana o preflamenca que se interpreta en Puente Genil en el seno de su fiesta religiosa y cultural más asentada: La Mananta. Es la manera, desde el punto de vista musical, más intimista que encuentra el manantero[1], en el interior de los cuarteles y corporaciones, para expresarse. Como saeta antigua, huye de la espectacularidad y preciosismo musical de la saeta flamenca, encontrando en la austeridad melismática y melódica su razón de ser. Pero ¡ojo!, su melodía no muestra un nivel tan plano como el que se observa en la melodía de la gran mayoría de saetas antiguas que se conservan en otros lugares de Andalucía. En la consolidación de su forma actual influyó, notablemente, la tradición flamenca de La Puente, personificada en dos cantaores, y mananteros, inolvidables: Juan y Manuel Hierro. En este sentido, consideramos a la Saeta Cuartelera como una de las modalidades de saetas antiguas más flamenca y refinada en sus tercios que existen en Andalucía, aunque sin abandonar la sobria arquitectura musical propia de las mismas que la hacen asequible a cualquiera que tenga un poquito de voz y oído. Con este artículo vamos a escuchar algunas de las saetas antiguas que se continúan interpretando en la tierra de María Santísima, y nos daremos cuenta de la veracidad de la anterior afirmación
Lo primero que debemos de considerar cuando hablamos de saetas es la diferenciación entre saetas antiguas y saetas flamencas. Estas últimas son formas musicales, relativamente modernas – finales del S.XIX -, elaboradas por cantaores flamencos a partir de las saetas antiguas añadiéndoles sones y melismas de cantes como las seguiriyas y las tonás (martinetes, carceleras y tonás propiamente dichas)[2]. Las saetas antiguas, de acuerdo con los diferentes testimonios escritos, son muy anteriores a la aparición de las saetas flamencas. Entre ambas tipologías se observan indiscutibles diferencias musicales; mientras las artísticas saetas flamencas presentan una extraordinaria elaboración melódica – profusión de melismas, alargamiento de los tercios y mayor amplitud melódica -, con dejes muy claros procedentes del cante flamenco buscando la espectacularidad y el lucimiento del intérprete, las saetas antiguas destacan por su inconfundible carácter intimista[3] y una preclara austeridad melismática[4]. Tales rasgos musicales vienen determinados por la utilidad con la que nacieron ambas formas de saetas. Evidentemente, las dos son formas musicales religiosas de origen popular surgidas en torno a la Semana Santa, mas en unos momentos y contextos, en términos históricos, muy distintos, responsables de su razón de ser y arquitectura musical. Así, mientras las saetas antiguas – también denominadas saetas preflamencas , viejas , litúrgicas o llanas – hunden sus raíces en un período comprendido entre el siglo XIV y XVIII a partir de unas formas musicales – Pregones y Romances Litúrgicos de los Autos de Pasión – interpretadas, con un fin catequista, por las congregaciones de Franciscanos[5] y Dominicos, en el que lo más importante era el mensaje literario, las saetas flamencas fueron creadas por artistas profesionales, en un contexto de indiscutible exaltación estética barroca de la Semana Santa andaluza para añadir grandilocuencia a las magnas procesiones o estaciones de penitencia comandadas por los Pasos o Tronos de nuestras ciudades andaluzas.[6] A este respecto, parece ser, fueron, por este orden, Jerez y Sevilla los dos centros matrices.[7] Con la aparición de las deslumbrantes saetas flamencas, las saetas antiguas se arrinconaron y cayeron en el olvido, mas en absoluto desaparecieron en su totalidad. En una serie de poblaciones andaluzas se mantuvieron – Marchena, Lucena, Loja…-, llegando hasta nuestros días como consecuencia de una serie de circunstancias locales.[8] En Puente Genil han pervivido en forma de saetas cuarteleras, gracias a la “circunstancia” de todo el entramado de cuarteles, cimientos sobre los que se ha edificado la Semana Santa de Puente Genil.
Veamos una breve muestra de algunas de las saetas antiguas que aún se cantan en Andalucía. Por sus características musicales carecen del atractivo de las flamencas, es evidente, pero mantienen un sabor, un aire muy especial que conviene que los aficionados lo paladeemos llegando estas fechas tan señaladas para nuestra Andalucía. Comprobaremos que ninguna de ellas alcanza el nivel de ejecución musical de la saeta cuartelera.
SAETAS DE LUCENA (Córdoba)
En la vecina localidad cordobesa de Lucena se conservan tres modalidades de saetas antiguas: la Saeta Borrachuna, la Saeta de Alcantarilla y la Saeta de Perrilleja. La Saeta Borrachuna o Santera posee un carácter intimista, sencillo -no requiere de cualidades artísticas-y nada procesional, interpretándose en las peculiares juntas de santería[9] de manera espontánea y con una temática repleta de ironía y gracia que surge sobre la marcha. En opinión del estudioso lucentino Francisco Calzado Gutiérrez[10], los tres estilos de saetas poseen un tronco original, teniendo la Saeta Santera su origen entre los ámbitos campesinos y tinajeros, en torno a los hombres de la manija, que portaban las enormes tinajas a los hornos[11]. Asimismo, señala que Juan José Cantero Díaz Perrilleja (1880-1966) recogió y pulió esta saeta creando su estilo, con unos tercios de parecidas cadencias, con excepción del último en el que se ejecuta un peculiar arco melódico ascendente. Como también creó un estilo propio el santero, y buen conocedor del ambiente de santería, Juan Antonio Cordón Luna Alcantarilla, alumbrando un estilo de saeta más uniforme, acortando los tercios y recortando la melodía en el último verso, que es lo que la diferencia musicalmente del anterior estilo. Escuchemos los tres estilos:
Saeta Santera [12]
«Ya viene ese santo
es necesario tener
los huesos como la china
debes de comprender
que los tienes de espina»
Saeta de Perrilleja [13]
«Cuando Jesús murió
serían las tres de la tarde
y el cielo se oscureció
la luna se baño en sangre
y palma de la Victoria
relicario de la Gloria
relicario de la Gloria
Analizando la melodía de las tres saetas, es fácil vislumbrar una clara diferenciación entre la Saeta Santera y las otras dos. Mientras la primera es, desde el punto de vista melódico y expresivo, más ruda y básica, las otras dos muestran un nivel muchísimo más refinado y acabado. Entre estas dos últimas no encontramos excesivas diferencias, aunque es cierto que, en la de Alcantarilla, de acuerdo a lo que he escuchado en otras grabaciones, se recorta algo más el último tercio como apunta más arriba Francisco Calzado. No obstante, según me cuentan buenos aficionados lucentinos, la diferenciación entre estas dos saetas en la misma Lucena no está nada clara.
SAETAS DE CASTRO DEL RÍO (Córdoba)
En la también cordobesa localidad de Castro del Rio se conservan una interesante variedad de saetas viejas. Concretamente tres modalidades: la Saeta a Rigor o Pregón, la Samaritana y la Saeta de la Via-Sacra.
El Pregón o Saeta a Rigor es un recitado recto y seco, que destaca por su austeridad melismática y funcionamiento recitativo en base a un sonido o nota predominante en el desarrollo de todos los tercios melódicos[15]. Aunque parezca lo contrario, dentro de su sencillez, no es fácil conseguir su expresión auténtica. La voz más adecuada para su ejecución es la llamada de pecho o natural, de clara vocalización. En opinión de Luis Melgar Reina y Ángel Marín Rujula[16] constituye una de las exposiciones más antiguas y con más carácter de todas las manifestaciones vocales-musicales interpretadas por el pueblo llano, en toda la Andalucía Pasional. Estos pregones suelen cantarse por dos pregoneros sucediéndose uno a otro en letras alusivas, durante las estaciones penitenciales. Escuchemos un Pregón o Saeta de Rigor[17], nos percataremos rápidamente de las características aquí apuntadas:
«Al cielo pide clemencia
porque falta el poder
tan grande es la providencia
que se ve de descender
a luz de la omnipotencia»
La Samaritana procede, desde el punto de vista musical, de la Saeta de Rigor o Pregón. Ambas tienen la misma métrica (quintilla), aunque la Samaritana posee una melodía más desarrollada y enriquecida, sobre todo en los versos pares, de melismas y giros, adquiriendo cierto nivel de refinamiento musical. En cuanto a su origen etimológico, está bastante aceptada la teoría de que una de las primeras saetas samaritanas aludía en su letra al pasaje del Evangelio de San Juan, en el que una pecadora de Samaria sacó agua de un pozo para aplacar la sed de Jesús. Escuchémosla:
pronto llegará la muerte
y entonces madre querida
podrás ver a tu hijo
La Saeta de la Vía-Sacra es diferente de la Samaritana. Su melodía es mucho más sencilla, menos elaborada y austera desde el punto de vista melismático. Su métrica es también la de la quintilla, con una combinación de rima distinta a las del Pregón y la Samaritana. Se acostumbraba a cantar en las estaciones del Vía-Crucis que recorrían las calles de Castro del Río todos los Viernes de Cuaresma, a las cinco de la mañana, como pórtico a la Semana Santa. Después de mucho tiempo, se ha recuperado esta tradición, aunque solo el primer Viernes y a las nueve de la noche. Vamos a disfrutarla:
azotes muy desiguales
recibió y quedó callado
el Pontífice Sagrado
SAETA DE LOJA (Granada)
En la localidad granadina de Loja encontramos una saeta antigua que forma parte del curioso ritual de los Incensarios, grupos de ocho hombres adultos que se presentan a las subastas que hacen las hermandades en Semana Santa para adquirir el derecho a incensar las imágenes en las procesiones. En estas pujas se pagan miles de euros para vestirse de incensarios[18]. El nombre les viene por los incensarios o cacharros (así se les denomina en Loja) que porta cada uno, bien abastecidos de brasas con incienso, y con los que ejecutan complicadas y originales coreografías, cantando saetas antiguas a modo colectivo, sucediéndose cuatro de ellos con un verso cada uno[19]. Respecto a su origen, se cuenta que representan a ocho legionarios romanos que siguieron a Cristo durante su Pasión, y al ir a desclavarle de la cruz fueron testigos de un milagro y se convirtieron haciéndole reverencias.
La Saeta de Loja, conocida como de los Incensarios o de Sátira, es muy sencilla y primitiva, y para nada refinada desde el punto de vista
musical. En este sentido, la vemos parecida a la Borrachuna de Lucena. Por cierto, esta saeta presenta una curiosidad que parece ser no es producto de una deficitaria ejecución musical; en su desarrollo, en algunos de sus tercios, los intérpretes cambian, adrede, el tono de la misma, circunstancia que no hemos encontrado en el resto de saetas antiguas que hemos estudiado. Veámosla y escuchémosla en este enlace:
SAETAS DE ARAHAL (Sevilla)
Con relación a la Saeta Antigua, Serafín Ávila, en el libreto del trabajo discográfico señalado anteriormente, afirma: “Es una saeta seria, profunda, recitada, casi sin adornos, basada en los Evangelios que presenta la Pasión según Arahal. Esta narración, sin duda, era interpretada por diversas personas que intervenían sucesivamente en el canto, y siguiendo el orden de los hechos narrados en los evangelios”. Escuchémosla[22]:
“Solo por treinta dineros
vendió Judas, aquel traidor
al altísimo Señor.
Alma mía, por qué lloráis,
día de tan gran dolor”.
En Arahal se celebraba el Sermón del Ángel, en el que participaban Jesús Nazareno, María Stma. de los Dolores, Sant Juan y la Verónica.
Por último, destacamos una curiosa saeta antigua de seisversos cuyo comportamiento musical solo hemos localizado en Arahal, consistente en el cambio de modo musical a lo largo de su desarrollo. Podemos observar cómo a partir del minuto 0:22 (“este pesado madero”) se produce un cambio de modalidad musical (del Modo de Mi al Modo Mayor) similar al que se da en algunas saetas por seguiriya cuando cambia a la carcelera. Escuchémosla con atención, es la única saeta antigua en la que hemos observado este funcionamiento musical. ¿Cogieron de aquí los flamencos este recurso musical…?[23]
“Y vinagre le dieron
para tormento mayor
y levanta Jesús este pesado madero
y esa soga ahí en tu garganta
y esa corona de Espinas
y que hasta las piedras quebranta”
SAETA DE ARCOS DE LA FRONTERA (Cádiz)
En Arcos de la Frontera, en la provincia de Cádiz, se conserva otra modalidad de saeta antigua que, parece ser, al principio se acompañaba con instrumentos rudimentarios de viento. Esta saeta ha perdurado hasta nuestros días gracias a la trasmisión de una generación a otra dentro de algunas familias arcenses como la de Manuel Zapata, conocido por su magnífica interpretación. Mantiene las mismas características básicas de todas las anteriores: austeridad melismática y sencillez. De esta tipología de saeta le he escuchado y leído a Miguel Martín Flores, nuestro entrañable Miguelón, que la encuentra parecida a la Saeta Cuartelera que dejó grabada José Bedmar El Seco[24]. Escuchémosla interpretada, precisamente, por Manuel Zapata:
pasa por el Altozano
y al llegar a San Francisco
y al llegar a San Francisco
lo elevan los hermanos»
SAETAS DE CABRA(Córdoba)
Regresamos a la provincia de Córdoba, concretamente a Cabra, tierra natal del gran Cayetano Muriel, donde en los últimos años se está intentando recuperar un estilo antiguo de saeta prácticamente desaparecido. La saeta vieja de Cabra se ha mantenido gracias a José Barranco Gutiérrez -ya fallecido- que la aprendió en su juventud de un guarda conocido como Campitos, que en los cultos y en el posterior gasto que ofrecían los Hermanos Mayores en sus casas se solían cantar precedidas por el sonido de las burlas (trompetas) y del toque típico de un ronco tambor. Existe tres variantes: la Saeta de Petaca y Vega, la Saeta de Doña Concha Cabello y Saeta de José Barraco[25]. Ese último dejó ese legado a su hijo José María, quien a su vez se la ha transmitido a su hijo David, siendo ellos los únicos que en la actualidad las cantan.
José Barranco Gutierrez cantando una saeta al Nazareno en 1940
–Saeta de Petaca y Vega. Es una saeta cuyos agudos predominan sobre los graves, con algunos tercios aflamencados. Aquí escuchamos a Vega.
“Pilatos lavó sus manos,
y la sentencia firmó,
por temor a los tiranos,
que piden en alta voz,
-Saeta de Doña Concha Cabello. Curioso, y lírico, estilo de saeta, absolutamente diferente, en su aire musical, a todas las que se exponen en este estudio. Su música me recuerda a una mezcolanza de melodías, entre las que destacan la de la malagueña del Mellizo, la media granaína o la jota aragonesa, incluso observo algunas caídas de nuestra saeta coreada Alondras y Ruiseñores. Una saeta muy, pero que muy original y hermosa.
-Saeta de José Barranco.
Una saeta con una melodía monótona y muy recitativa. Le encontramos un enorme parecido con la Saeta Cuartelera que grabó José Bedmar El Seco, aunque con una melodía todavía más llana.
“Ya prendieron al señor
la gente de Barrabás,
ya estará el pueblo contento
ya estará el pueblo contento
y lo comienzan a arrastrar”.
SAETAS DE CÓRDOBA
La Saeta. Julio Romero de Torres
Córdoba capital no podía ser menos que algunos de sus pueblos, y también tiene su saeta antigua, aunque ya prácticamente desaparecida. En opinión de Luis Melgar Reina y Ángel Marín Rujula[26] se conocen dos versiones de la arcaica saeta cordobesa: una, en la que su sobriedad melodial la convierte en un casi recitativo cantado, estando exenta de ayes y sin adornos de melismas; y otra, en la que ya no se hacen los tercios tan lisos, sino que se va revistiendo de musicalidad y hasta se bosqueja un cierto inicio de floreo, pero conservando la naturalidad y sobriedad propia del estilo primitivo. A esta segunda variante, nosotros le encontramos cierto parecido con la Saeta de Arcos y uno de los estilos de Lucena en sus últimos dos tercios, aunque omitiendo la subida tonal propia de éste último. Vamos escucharla en la voz de la legendaria cantaora cordobesa María La Talegona:
“Entre juncos y una fuente
un carpintero acabó
una cruz pesada y fuerte.
Al Calvario la llevó
para enclavar a un inocente”.
SAETAS DE MARCHENA(Sevilla)
En esta localidad Sevillana, tierra natal del maestro de maestros Pepe Marchena, se conserva nada más y nada menos que diez tipos diferentes de saetas antiguas, caracterizadas por su arcaísmo y antigüedad. Son: las Quintas y Sextas del Cristo de San Pedro; Cuartas de Nuestro Padre Jesús Nazareno, del Dulce Nombre y de la Humildad; las carceleras de la Virgen de la Soledad (que son de tres tipos: Carceleras del Preso, Carcelera de los Hermanos y Carcelera Cernicalera); Moleera y Saeta Marchenera. Todas estas saetas fueron recuperadas, investigadas y divulgadas, en una labor digna de elogio, por Roberto Narváez a través de su escuela de saetas, y se caracterizan por su diversidad musical, contenido poético y métrica. Escuchemos un par de ellas:
Cuarta de Nuestro Padre Jesús Nazareno[27]
“Cargado con el madero
y coronado de espinas
hacia el Gólgota camina
el inocente Cordero”.
el que a los hombres redimió
entre tormentas crueles
en la cruz santa expiró”.
OTRAS SAETAS
Ahora escuchemos algunas saetas antiguas de las que no hemos, de momento, encontrado información destacable, pero que son de interés para el propósito que nos hemos marcado en el presente artículo: demostrar que nuestra Saeta Cuartelera es una de las saetas antiguas más flamencas y refinadas, desde el punto de vista musical, del panorama andaluz.
La Semana Santa en Andalucía. José Pueyo Matanza 1904
Saeta de Álora (Málaga)[29]
“Cuando Jesús se encontró
con su Madre soberan
con el corazón le habló
le dijo Rosa Temprana
traspasada de dolor”
Saeta de Turre (Almería)[30]
“Mira que hermosa viene
con su semblante sereno,
de amargura su alma llena
un corazón traspasao
sufrimiento y de pena”
Saeta Mairenera Autóctona[31]
“Un ángel del cielo ha mandado
a revocar la sentencia
que Pilatos ha firmado
cumpliendo la diligencia
que nuestro Padre ha mandado”.
Saeta de Huelva[32]
“Qué triste y que angustiada
viene la Madre de Dios
llorando gotas de sangre
de que su hijo expiró”.
Saeta de Alhaurín el Grande (Málaga)
“Donde vas Paloma Blanca
a deshoras de la noche
voy en busca de mi hijo
voy en busca de mi hijo
que lo entierran esta noche»
……………………………………………………………………………………
CONCLUSIONES
Después de una escucha atenta de las veintitrés saetas, podemos llegar a dos conclusiones:
-En primer lugar, se aprecia un origen común, localizado en unas formas musicales (pregones y romances) muy recitativas, básicas y salmodiadas. Unas formas, de carácter paralitúrgico, observadas, por ejemplo, en los pregones aquí expuestos (los de Castro del Río y andaluzas hace siglos. Formas que desaparecieron en su mayoría, pero cuyos sonidos y melodías se diluyeron con naturalidad en las saetas antiguas[33].
-Y, en segundo lugar, si tras escuchar cada una de las saetas la comparamos con cualquiera de nuestras saetas cuarteleras que se interpretan en la actualidad, nos percataremos de que éstas muestran un nivel de ejecución musical más refinado y unos tercios melódicos más complejos, caracterizados por una mayor elaboración y cierto nivel de aflamencamiento. Quizás las que se acercan más a nuestra Cuartelera sean la Saeta Samaritana de Castro del Río y la Saeta de Petaca y Vega de Cabra.
……………………………………………………………………………………
Finalizamos, como no podía ser de otra manera, con la escucha de una Saeta Cuartelera[34] interpretada en la Corporación de Los Apóstoles, santuario preclaro de la conservación y divulgación de dicha forma musical, himno de nuestra Mananta.
SAETA CUARTELERA DE PUENTE GENIL
Miguel y Antonio Martín en la Corporación Bíblica
de Los Apóstoles
Álvaro de la Fuente Espejo
[1] Entiéndase, siguiendo las indicaciones de la RAE, como genérico: manantero/manantera.
[2] Existe todavía una gran indefinición en la Flamencología sobre la ordenación y nominación de los cantes flamencos del grupo de las tonás. Indefinición, por tanto, que se traslada a las Saetas Flamencas. A este respecto el musicólogo Guillermo Castro Buendía en su fabuloso libro Las Mudanzas del Cante en Tiempos de Siverio de Ediciones Cafarena ofrece un magnífico estudio muy esclarecedor.
[3] “Pero en esta saeta – a diferencia de las andaluzas (se refiere a las flamencas) – el cantor se oculta. No es la voz de la piedad o del dolor que estalla espontánea en labios del espectador del drama del Calvario; no es tampoco el ‘piropo” o la súplica a María’”. Fuente: Saetas de Agustín Aguilar y Tejera. Madrid. Compañía Iberoamericana de Publicaciones. 1929. (Pág. VII del Prólogo). Reeditado por la Corporación La Corona de Jesús en 2010.
[4] “Aún poseemos – y entre las transcripciones musicales que aparecen al final de esta obra se insertan ejemplos de ellas -, saetas cuya melodía monótona y primitiva, muy próxima al canto llano, patentiza su antigüedad”. Fuente: Ídem (Pág. XIII del Prólogo).
[5] “Denominábanse entonces saetas aquellas coplas religiosas que los misioneros franciscanos entonaban por las calles, para excitar a los fieles a la piedad y el arrepentimiento. Algunos de aquellos cantos devotos se conservan impresos en hojas sueltas, como el papel que cita
D.Antonio de Castro en sus Poetas líricos de los siglos XVI y XVII: ‘Saetas espirituales que los padres predicadores apostólicos de la religión seráfica de nuestro padre San Francisco van cantando por las calles en las misiones que hacen por toda España con orden de Su Santidad’”. Fuente: Ídem (Pág. XI del Prólogo).
[6] “Pero llega un momento en que la saeta se emancipa, rompe los lazos de procedencia que la unieran los dramas sacros, deja de ser exclusiva de misiones y prácticas devotas, y volando con alas propias, adquiriendo forma independiente, vuela a labios del pueblo para convertirse en expresión del sentir popular al paso de las imágenes de Semana Santa”. Fuente: Ídem (Pág, XIII del Prólogo).
[7] “La saeta (refiriéndose a la Saeta Flamenca), tal como hoy la conocemos, nace en Sevilla y coincide su florecimiento con el de las cofradías sevillanas; cuando gremios e instituciones piadosas comenzaron esa rivalidad, tan fecunda en joyas artísticas, que ha logrado hacer de la Semana Santa de la capital de Andalucía uno de los espectáculos más maravillosos de cuantos es dado al hombre contemplar”. Fuente: Idem.
“Las primeras saetas flamencas pudieron cantarse en Jerez y de ahí llegar hasta Sevilla, verdadero altavoz y lanzadera de manifestaciones artístico-folklóricas. Frente a diversas opiniones, descarriadas, documentalmente, sabemos que la primera saeta flamenca la grabó en 1904 María Valencia, jerezana apodada La Serrana”. Fuente: Juan Ortega Chacón en el La Saeta de Puente Genil en Medio Siglo de Semana Santa en Puente Genil 1959-2009. Corporación Bíblica La Espina. (Pág. 119).
[8] Más información en el interesante estudio Saetas Preflamencas y Flamencas de Miguel Ángel Berlanga del libro Polifonías Tradicionales y otras Músicas de la Semana Santa Andaluza.
[9] “La santería es actualmente un sistema ritual asociativo temporal de varones (santeros que constituyen la cuadrilla), seleccionado y dirigido por uno de ellos (el manijero), cuya finalidad es la de llevar a hombros los tronos procesionales de un modo característico llamado santear. Fuente: Artículo La Santería de Lucena de Antonio Cañas. (https://tabernacofrade.net/web/la-santeria-de-lucena/)
Aquí podéis acceder a un vídeo en el que a partir del minuto 06:39 se os explica lo que es una junta de santería:
[10] Los Fandangos de Lucena (Cantes de viejos oficios, ambientes y artistas lucentinos). Colección de Escritores y Temas Lucentinos. Excelentísimo Ayuntamiento de Lucena, 1998. Págs. 235 y 236.
[11] “La Saeta Santera es una reliquia cultural aún viva, que no sólo encierra la singularidad musical que el profano alcanza a percibir, sino que revela un concepto antropológico definido, con elementos culturales antiquísimos, por cuanto proceden de la herencia genético-cultural que forja el carácter y la forma de exprésalo en grupo. Así pues, emana del hombre ese carácter viril, esforzado y duro para el trabajo, sobre el que su razón de afirmación y distinción dentro del grupo estriba en la exhibición de la fuerza física, y en la demostración de nobleza y absoluta fidelidad a su palabra, más que en la rebelión o en la astucia para librarse de su hostil situación”. (Ídem. Págs. 231-232).
[12] Grabación de Saetas Cordobesas de 1980. Saeta de Santería o Borrachuna interpretada por Manuel Alba la Chana.
[13] Interpretada por Francisco Luna El Kiko en el Concurso Nacional de Saetas de Lucena.
[14] Ídem.
[15] Características propias del denominado Canto Llano. Por éste entendemos la música de la Iglesia Católica en la Alta Edad Media, antes de la llegada de la polifonía. Habiendo crecido gradualmente en el servicio de culto cristiano se convirtió en la música exclusiva de la Iglesia hasta el siglo nueve.
[16] Saetas, Pregones y Romances litúrgicos cordobeses. Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 1987. Pág. 120.
[17] Saeta grabada en directo por un servidor en la conferencia que ofrecimos el pasado 14/03/2020 sobre la Saeta Cuartelera en la Peña Flamenca de Castro del Río. La interpreta Joaquín Cívico.
[18] Esta tradición, parece ser, tiene varios siglos de antigüedad. Los primeros testimonios escritos datan de 1765.
[19] “Los incensarios se agrupan en corrías, bajo la dirección de uno de ellos, quien recibe el nombre de maestro o señidero, que es el encargado de dirigir las danzas y ceremonias simbólicas, que éstos realizan delante de la insignias e imágenes de las distintas cofradías, es lo que se conoce como golpe. Estas danzas son distintas de una cofradía a otra. Las corrías, propiamente, no forman parte de la procesión, sino que entran y salen para danzar, es decir para dar un golpe, en unos puntos fijados con anterioridad y que, generalmente, son los mismos, año tras año”. Fuente: Rafael Infante y Mila Infante. Artículo La Saeta propia de los pueblos de Andalucía. (https://flun.cica.es/index.php/numero-14/articulos-revista-14/145-la-saeta-propia-de-los-pueblos-de-andalucia-i)
[20] Editado en el año 1999, por la Diputación de Sevilla, Ayuntamiento de Arahal y la Peña Flamenca Pastora Pavón, Niña de los Peines.
[21] Fuente: Artículo La Saeta propia de los pueblos de Andalucía de Rafael Infante y Mila Infante. (https://flun.cica.es/index.php/numero-14/articulos-revista-14/145-la-saeta-propia-de-los-pueblos-de-andalucia-i )
[22] Saeta interpretada por Antonio Portillo Mairena. Fuente: Ídem.
[23] Fuente: Ávila, Serafín. La saeta en Arahal. Comentarios a disco compacto. Diputación de Sevilla y Ayuntamiento de Arahal,1999.
[24] “En uno de los viajes a Madrid, conocimos a un hombre ya mayor, que se llamaba Manuel Zapata (ya fallecido) de Arcos de la Frontera, interpretando la Saeta Antigua y que, a pesar de sus años, lo hacía con limpieza y facultades. A la Saeta de Manuel Zapata le encontré gran similitud con la de nuestro paisano José Bedmar ‘Seco Padre’ “. Fuente: Artículo Saeta Cuartelera en Los Apóstoles. (http://www.losapostoles.org/semanasanta/saeta.html)
Aquí podemos escuchar la saeta de El Seco:
https://www.ivoox.com/saeta-cuartelera-el-seco-1-audios-mp3_rf_45234529_1.html
[25] Manuel Cumplido Navas Petaca fue muy aficionado al cante flamenco. Tenía una voz aguda y vibrante, con la que imprimía un sello especial a la saeta vieja. Su amigo Vega también cantaba la saeta vieja, y era frecuente escucharlos a los dos juntos cantarla de manera dialogada, respondiéndose uno al otro, que es como realmente se hacía. Ambos crearon uno de los estilos de la saeta vieja de Cabra, diferenciándose del estilo de Doña Concha Cabello, que era un estilo más lírico, parecido a las canciones de iglesia, y el de José Barranco, que era diferente a los dos anteriores, y que se aproximaba al romance y a la toná.
Doña Concha Cabello nació en la provincia de Huesca en 1913, llegando a Cabra con apenas 8 años. Entró a formar parte del Centro Filarmónico egabrense, siendo solita durante muchos años. Su voz era laína, blanca, dulce y lírica, imprimiendo a su saeta un sello inconfundible. (Fuente: La Saeta: Oración Pasión y Sentimiento editado por el la Hermandad de la Columna y el Ayuntamiento de Cabra).
[26] Saetas, Pregones y Romances litúrgicos cordobeses. Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 1987. Pág.38.
[27] Fuente: Artículo Aplicación del Meta-Análisis al Estudio de la Saeta de Rafael Infante y Mª José Zafra. (https://flun.cica.es/revista-alborea/n008/salida11.html)
[28] Ídem.
[29] En la cantaora provincia de Málaga, concretamente en el bello pueblo de Álora (una de las cunas de la malagueña flamenca), se conserva una modalidad de saeta antigua. Podemos observar claramente su carácter, desde el punto de vista musical, austero y recitativo, al estilo de un pregón.
Fuente: Reportaje de Radio Televisión Española de 1973:
[30] Interpretada por Mª Cristina Ruiz Casado, cantora de la Saeta de Turre. Fuente: Grabación perteneciente al CD La Tradición Musical en España. VOL.44.
[31] Es la saeta más antigua conservada en Mairena del Alcor. Aquí la escuchamos interpretada por Manuel Crespo Reyes Manuel Crespo. También se conoce como Saeta de Marín, por el cantaor mairenero Manuel Marín Valencia Marín el Viejo (1851-1935), que fue el primero, del que se tiene noticia, en cantarla. Fuente: https://www.mayrena.com/antoniomairena/SaetaHistoria.htm
[32] Fuente: CD Clave de Folk. Andalucía. Didáctica.
[33] -“Pero llega un momento en que la saeta se emancipa, rompe los lazos de procedencia que la
unieran a los dramas sacros y volando con alas propias, adquiriendo forma
independiente, vuela a labios del pueblo para convertirse en expresión del sentir popular al
paso de las imágenes de Semana Santa”. Fuente: Saetas. Aguilar y Tejera. Madrid. Compañía Iberoamericana de Publicaciones. 1929.
-“El origen de muchas saetas llanas (probablemente de la mayoría de
las antiguas saetas preflamencas) estaría en estas ‘relaciones’ o romances que se
entonaban ‘de corrido’ a manera de glosas explicativas de las antiguas representaciones
de la Pasión que -entre los siglos XVII a XIX al menos- tenían lugar en la mayoría de
las localidades andaluzas durante los días centrales de la Semana Santa”. Fuente: Artículo Música y religiosidad popular en Andalucía: las saetas de Miguel Ángel Berlanga.
[34]Saeta interpretada por Miguel Martín, Antonio Velasco EL Balilla, Antonio Martín y José Rivas. Grabación inédita de la década de los 80 del siglo pasado, facilitada a un servidor por Juan Miguel Granados.
(NOTA: Artículo publicado en la Revista de la Semana Santa de Puente Genil de 2021).