Sábado Santo, el día, quizás, más solemne de La Mananta, con un muy elegante y numeroso desfile procesional. Desfile que abre, tras la Cruz de Guía, el estandarte del Grupo de Picoruchos del Viejo Pelícano, un cuartel en donde se conserva un estilo de cuartelera muy antiguo y peculiar, diferente al habitual del resto de cuarteles. En palabras del profesor y estudioso Juan Ortega Chacón[1]: “Me pareció acostumbrado al sonsonete facilón que nosotros cantábamos y escuchábamos- reencontrar lo auténtico. Era como una ‘reserva’ de unas voces y formas que no se habían viciado, guardando las viejas esencias. Muchos –y así está admitido- la han denominado ‘Saeta del Pelícano’ “. Una saeta con personalidad propia que, como apunta el mismo Juan, ha definido un estilo[2]: “La saeta del Pelícano tiene personalidad y es, por su calidad y expresión una de las más señeras. Las saetas del Pelícano serán siempre un estilo, un referente; un espejo en que mirarse”.
Escuchemos a Eduardo Muñoz Cruces, que cada Sábado Santo, en el encierro del Sepulcro, nos dejaba joyas como estas. Atentos a la originalidad del primer tercio:
«Un ave simbolizó
la muerte del redentor
el Pelícano se llamó
al igual que el redentor
la sangre por sus hijos dio»
[1] Medio Siglo de Semana Santa en Puente Genil. 1959-2009. Corporación Biblica La Espina. Varios Autores. Diputación de Córdoba. 2009. Pág. 163. (Artículo: La Saeta en Puente Genil. Autor: Juan Ortega Chacón)
[2] XXV ANIVERSARIO Reorganización del Viejo Pelícano. 1972-1997 Puente Genil. Edita: Corporación El Viejo Pelícano (Primer Grupo del Sto. Sepulcro). Febrero de 1997. Pág. 37. (Artículo: La Saeta del Pelícano. Autor: Juan Ortega Chacón).
SALUDOS FLAMENCOS
Álvaro de la Fuente Espejo
Álvaro de la Fuente Espejo
(Nota: con esta entrada damos por finalizada esta serie dedicada a la saeta. Serie que iniciamos el pasado Sábado de Guía para hacernos más llevaderos estos días tan extraños. Espero, en las próximas Semanas Santas, mantener, absolutamente, inactivo el blog, señal de que estaremos disfrutando como se debe: en la calle, con nuestras cofradías y corporaciones, y en fraternidad. Gracias mil por vuestra atención. Abrazo enorme).