MÁS PARECIDOS

Rebuscando más parecidos entre nuestro zángano flamenco y otros fandangos, me he encontrado, gracias a la inestimable colaboración del folclorista Antonio José Estepa Silva, con cuatro fandangos de Coros y Danzas de diferentes lugares de nuestra geografía andaluza, con algunas semejanzas melódicas tanto con el zángano flamenco como con el segundo zángano de Coros y Danzas de Puente Genil. Algo que no nos debe de extrañar. Cuando Coros y Danzas, en la década de los 40 del pasado siglo, comenzó a recuperar, recrear y crear formas musicales, utilizó, en ocasiones, un mismo patrón melódico debido a la interinfluencia que se produjo entre todas las agrupaciones en los concursos que se organizaban por todo el país, con objeto de dotar de músicas folclóricas a los diferentes lugares geográficos. Aquí, vamos a comparar, brevemente, a nuestros dos zánganos (segundo zángano de Coros y Danzas de Puente Genil y zángano flamenco) con cuatro fandangos con los que guarda algunos parecidos melódicos, concretamente con: el zángano de Motril, el fandango de Antequera, el fandango de la Siega y el fandango de Benalmádena. Lo que pretendo con este análisis comparativo es cuestionar, de nuevo, el posible parentesco del zángano flamenco con el segundo zángano de Coros y Danzas de Puente Genil, ya que, si insistimos en defender dicho parentesco en base a algunos parecidos musicales, ¿por qué no establecerlo también con alguno de estos cuatro fandangos con los que, como ahora vamos a ver, guarda algunas semejanzas melódicas? Se podría argumentar, si se continua con tal insistencia, que estos cuatro fandangos se basaron en el segundo zángano de Coros y Danzas de Puente Genil, es decir, que los creadores del zángano de Motril, del fandango de Antequera, del fandango de la Siega y del fandango de Benalmádena copiaron la música del zángano pontano. Y yo pregunto, ¿por qué no al revés? ¿tiene Puente Genil la patente de su música? Otro interrogante muy sugerente, cuya certera respuesta sería clave para entender todo este asunto, sería plantear si es posible que los creadores de las músicas de Coros y Danzas, en su empeño de dotar a cada localidad de una música folclórica, utilizasen, incluso de manera inconsciente, las músicas tan en boga en aquella época de los artistas flamencos. En los años 30 y 40 del pasado siglo, el fandango flamenco estaba en pleno apogeo, por lo que no sería descabellado que, por ejemplo, se basaran en el popularísimo fandango de La Parrala, en sus diversas variantes, para la creación de los fandangos aquí expuestos, incluyendo a nuestro segundo zángano de Coros y Danzas. Como analizamos en apartados anteriores, una variante del fandango de La Parrala la tenemos con el fandango de Cayetano, muy popular en Puente Genil en la época de la que hablamos, y cuya música, concretamente su primer tercio, la encontramos, de una manera muy básica en los primer y tercer tercio de nuestro segundo zángano de Coros y Danzas.

Pero dejémonos de hipótesis de, mucho me temo, imposible demostración, y procedamos al análisis musical comparativo. Vais a descubrir parecidos interesantes y muy sugerentes.

Comencemos comparando el segundo zángano de Coros y Danzas de Puente Genil con las formas, también de Coros y Danzas, del zángano de Motril, fandango de Antequera, fandango de la Siega y fandango de Benalmádena. Antes, escuchémoslos con detenimiento (en el apéndice adjuntamos sus partituras):

SEGUNDO ZÁNGANO DE PUENTE GENIL DE COROS Y DANZAS

Hortelana soy señores

 hortelana soy señores

 de la puerta del sotillo

 traigo rabanillos tiernos

 pero pican un poquillo

 hortelana soy señores”.

ZÁNGANO DE MOTRIL

“Y en la vega de Motril

 y en la vega de Motril

tenemos un gran tesoro

los claveles reventones

la caña y el chirimoyo

la caña y el chirimoyo”.

FANDANGO DE ANTEQUERA

“Antequera está en un hoyo

 y Mollina entre olivares

Antequera está en un hoyo

y la pobre de Pedrera

no tiene más que una calle

Antequera está en un hoyo”

 FANDANGO DE LA SIEGA

 “Me voy a morir de un tiro

  en el arroyo se suena

 me voy a morir de un tiro

 nunca llueve como truena

 con esa esperanza vivo

 con esa esperanza vivo”.

FANDANGO DE BENALMÁDENA

“La reina Santa Isabel

 la reina Santa Isabel

puso sus ojos en Francia

y yo los he puesto en ti

porque me has caído en gracia

porque me has caído en gracia”.

 

Las ideas musicales de cada uno de los fandangos en sus diferentes tercios melódicos están distribuidas de la siguiente manera:

Segundo zángano de Puente Genil de Coros y Danzas:………..A  B   A’  C  D  E

Zángano de Motril:……………………………………………………………….A  B   A   C  D  E

Fandango de Antequera:………………………………………………………A  B   A   C  A’ D

Fandango de la Siega:……………………………………………………………A  B   A   C  A  C

Fandango de Benalmádena:………………………………………………….A  B   A   C  A  D

Es decir, los dos primeros fandangos se configuran en base a cinco ideas musicales diferentes distribuidas en sus seis tercios. El tercero y el quinto, en base a cuatro ideas musicales diferentes. Y cuarto, en base a solo tres ideas musicales.

Si establecemos una comparación musical entre cada uno de los tercios melódicos de los cinco fandangos y les buscamos semejanzas con otras formas musicales, llegamos a las siguientes conclusiones:

-El primer tercio melódico es el mismo en los cinco fandangos. Un tercio cuya música ya la encontramos en el primer tercio del fandango de Cayetano, aunque más elaborada por el carácter flamenco de dicho fandango.

-El segundo tercio melódico es el mismo en el zángano de Motril, en el fandango de Antequera, en el fandango de la Siega y en el fandango de Benalmádena. Un tercio cuya música aparece, de manera más elaborada, en el segundo tercio de la versión de la rondeña de Almadén y en el segundo tercio del fandango nuevo grabado por Juan Varea que en realidad es una rondeña. En cambio, es diferente en el zángano de Coros y Danzas de Puente Genil.

-El tercer tercio melódico es el mismo en los cinco fandangos, tercio que coincide con el primero, por lo que su música ya aparece en el fandango de Cayetano.

-El cuarto tercio melódico es muy parecido en los cinco fandangos. Solo encontramos una pequeña variación en el fandango de Antequera, que comienza en un tono más alto, y en el fandango de la Siega que termina en otra nota perteneciente al miso acorde del acompañamiento, por lo que desprende la misma sensación sonora. Un tercio melódico parecido al segundo tercio de la rondeña de Almadén y al del fandango nuevo, en realidad una rondeña, de Varea, se diferencia solo en la caída, que la hace en otra nota. Una nota que no pertenece al acorde con el que termina la rondeña, generando, por tanto, una diferente sensación sonora.

-El quinto tercio melódico es muy parecido entre el segundo zángano de Coros y Danzas de Puente Genil y entre el zángano de Motril, y entre el fandango de Antequera, el fandango de la Siega y el fandango de Benalmádena. En estos tres últimos fandangos, de nuevo, la música de dicho tercio ya la encontramos en el primer tercio de Cayetano.

-El sexto tercio melódico solo es igual en el fandango de Benalmádena y en el de la Siega. Es diferente en los demás.

CONCLUSIÓN: Nos encontramos con cinco fandangos de Coros y Danzas, creados a partir de la década de los 40 del pasado siglo, asociados a diferentes lugares geográficos, con múltiples parecidos melódicos entre ellos, y con algunos de sus tercios melódicos cuya música, de una manera más elaborada y flamenca, está presente en formas anteriores como el fandango de Cayetano (grabado en la década de los 20 del pasado siglo), y en formas muy cercanas en el tiempo como el fandango nuevo – en realidad se trata de una rondeña – de Juan Varea grabado en 1952 y la rondeña de Jacinto Almadén grabada en 1954. Formas protagonistas en el repertorio de los cantaores durante los años en los que Coros y Danzas proyectaron su labor recopiladora y divulgadora de músicas tradicionales. Entre estos cinco fandangos, nuestro segundo zángano de Puente Genil de Coros y Danzas que, de acuerdo a la tradición oral, es una copia/recuperación del zángano tradicional que los hortelanos pontanos interpretaban en las riberas el Genil. Lástima que no tengamos grabaciones ni transcripciones de este último.

A continuación, procedamos a comparar el zángano flamenco, concretamente Tierra donde yo he nacío del maestro Fosforito, con los cinco fandangos anteriores de Coros y Danzas, nos llevaremos alguna que otra sorpresa. Pero antes, escuchemos de nuevo el zángano del maestro.

ZÁNGANO FLAMENCO

“Tierra donde yo he nacío

 nunca me olvidó de ti

 tierra donde yo he nacío

y aunque estés lejos de aquí

yo te llevo en mi sentío

pueblo de Puente Genil”.

Comparando cada uno de los tercios musicales del zángano flamenco con los tercios de los cinco fandangos de Coros y Danzas, encontramos los siguientes parecidos melódicos:

-La melodía del primer tercio de los cinco fandangos de Coros y Danzas la encontramos en el zángano flamenco, aunque en éste más elaborada y flamenca. Melodía que, como ya hemos explicado en apartados anteriores, se encuentra en el primer tercio del fandango de Cayetano (variante del supuesto de La Parrala) desde años antes.

-La melodía del segundo tercio del zángano flamenco la encontramos (sin el sib del final) en el zángano de Motril, en el fandango de Antequera, en el fandango de la Siega y en el fandango de Benalmádena, pero no, curiosamente, en el segundo zángano de Puente Genil Coros y Danzas. Una melodía, como hemos explicado, presente en el segundo tercio de la rondeña de Jacinto Almadén y en el fandango nuevo de Juan Varea también sin el sib del final

-La melodía del tercer tercio, en su desarrollo básico, de los cinco fandangos del Coros y Danzas la encontramos en el zángano flamenco, aunque aquí más elaborada. Melodía que encontramos, como ya sabemos, en el primer tercio del fandango de Cayetano.

-La melodía del cuarto tercio del zángano flamenco la encontramos en los cinco fandangos de Coros y Danzas, con una variación en el fandango de Benalmádena al tener una caída en otra nota. Una nota, no obstante, perteneciente al mismo acorde, y, por tanto, provocando la misma sensación sonora. Un tercio melódico parecido al segundo tercio de la rondeña de Almadén y al del fandango nuevo, en realidad una rondeña, de Varea, se diferencia solo en la caída, que la hace en otra nota de un acorde diferente, generando, por tanto, distinta sensación sonora.

-La melodía del quinto tercio del zángano flamenco, se parece a la del quinto tercio del fandango de Antequera, de Benalmádena y de la Siega. En la de los quintos tercios de los demás fandangos no tiene nada que ver.

-La melodía del sexto terco del zángano flamenco no coincide con la del sexto tercio de ninguno de los cinco fandangos de Coros y Danzas.

CONCLUSIÓN: El zángano flamenco, con los fandangos de Coros y Danzas aquí expuestos que muestra más parecido melódico son con el de Antequera (en cinco de sus tercios), con el de la Siega (en cinco de sus tercios) y con el de Benalmádena, también en cinco tercios. Y con los que menos parecido melódica muestra son con el zángano de Motril, cuya semejanza se concreta en cuatro tercios, y con el segundo zángano de Puente Genil de Coros y Danzas, cuya semejanza se concreta solo en tres de sus seis tercios. Tres tercios, como ya hemos explicado con anterioridad, cuya procedencia, en nuestra opinión, hay que buscarla en el fandango de Cayetano. Y qué curioso que al que menos se parezca sea al segundo zángano de Puente Genil de Coros y Danzas, el que, de acuerdo con la tradición oral, procede del zángano tradicional que, supuestamente, los hortelanos interpretaban en las riberas el Genil. Una forma musical folclórica, también supuestamente, germen del propio zángano flamenco.

(Aproximaciòn al Zángano Flamenco del libro Flamencum Revolutum. Autor: Álvaro de la Fuente Espejo.)

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