SOBRE EL “MEMBRILLO DE ORO”…
El pasado 7 de marzo se presentó una nueva edición del Membrillo
de Oro, un evento asentado definitivamente en el circuito de los
concursos flamencos de nuestro país. Consideramos todo un acierto que el
Ayuntamiento de Puente Genil continúe apostando por él; es una manera estupenda
de dotar a nuestro pueblo de enjundia flamenca y ambiente jondo en estos meses
previos al verano. Este año, en contra de lo que ha venido sucediendo en estas
últimas cuatro ediciones, un servidor dejará de colaborar en el mismo. El
Equipo de Gobierno del Ayuntamiento ha considerado, en el ámbito de sus
competencias, oportuno, impregnar con -según me dijeron- “otro aire al concurso”. Decisión, como no podía ser de otra
manera, muy respetable; el gestor político tiene el derecho, y deber, de
cambiar y mejorar aquellos proyectos que considere oportuno. Entra en el sueldo
que le pagamos entre todos. Lo que no comparto ni, por supuesto, respeto, son
las formas a las que han recurrido para comunicarme dicha decisión. A ver si me
explico bien; que esta perorata no parezca una rabieta producto del ego o similar.
de Oro, un evento asentado definitivamente en el circuito de los
concursos flamencos de nuestro país. Consideramos todo un acierto que el
Ayuntamiento de Puente Genil continúe apostando por él; es una manera estupenda
de dotar a nuestro pueblo de enjundia flamenca y ambiente jondo en estos meses
previos al verano. Este año, en contra de lo que ha venido sucediendo en estas
últimas cuatro ediciones, un servidor dejará de colaborar en el mismo. El
Equipo de Gobierno del Ayuntamiento ha considerado, en el ámbito de sus
competencias, oportuno, impregnar con -según me dijeron- “otro aire al concurso”. Decisión, como no podía ser de otra
manera, muy respetable; el gestor político tiene el derecho, y deber, de
cambiar y mejorar aquellos proyectos que considere oportuno. Entra en el sueldo
que le pagamos entre todos. Lo que no comparto ni, por supuesto, respeto, son
las formas a las que han recurrido para comunicarme dicha decisión. A ver si me
explico bien; que esta perorata no parezca una rabieta producto del ego o similar.
Honestamente, siento que, después de seis años -los dos
primeros de asesor de flamenco (y ya sabéis, mis fieles lectores, cómo acabé…)-
trabajando, ALTRUISTAMENTE, codo con codo, con el concejal de turno, me he
ganado el derecho, cuanto menos, a otras formas y maneras, no a una simple,
hueca y escueta llamada telefónica a última hora, carente de cualquier atisbo
de respeto y consideración. A mi entender, se debe mostrar, aunque solo sea por
cortesía, un poquito de decoro y elegancia con aquellas personas que, insisto
de manera desinteresada, colaboran con las instituciones locales con el único
objetivo de servir a su pueblo. Este
malestar lo he manifestado en las redes sociales, y soy consciente de que ya
jamás, por lo menos mientras gobierne el actual Equipo de Gobierno -es bien
conocida la consigna política de que “el
que se mueva, no sale en la foto”-, me llamarán pa na, ingresando en el honroso grupo de los Proscritus Sine Die, mas
me importa un pimiento. No estoy en el Flamenco, gracias a Dios, para hacer
ninguna carrera, ganarme las habichuelas, abrazar farolas o mendigar favores,
llamando desesperadamente a las peñas, llorando a los ínclitos representantes o
haciendo la rosca a los políticos. Continuaré, que no quepa la menor duda,
disfrutando y trabajando por el Flamenco de mi pueblo desde distintos foros
(prensa local en sus diversas vertientes, redes sociales, Onda Cero, mi blog,
mi colegio, mi peña Frasquito,
Escuela de Saetas…), como siempre: sin estar al abrigo de la clase política, ni
rendir vasallaje a nadie, con el único límite de mi conciencia. Seguramente, de hecho ya lo están celebrando,
mi BOLSILLO, mujer e hijos agradecerán esta nueva situación. ¿Aceptaría, en un
futuro, una propuesta de colaboración flamenca del Ayuntamiento de mi pueblo?
Que nadie lo dude, mas con la mano por delante para que se valore el trabajo.
Se acabó el ser el único en el Puente
Genil Flamenco que no pasa por taquilla al trabajar para el Excelentísimo.
primeros de asesor de flamenco (y ya sabéis, mis fieles lectores, cómo acabé…)-
trabajando, ALTRUISTAMENTE, codo con codo, con el concejal de turno, me he
ganado el derecho, cuanto menos, a otras formas y maneras, no a una simple,
hueca y escueta llamada telefónica a última hora, carente de cualquier atisbo
de respeto y consideración. A mi entender, se debe mostrar, aunque solo sea por
cortesía, un poquito de decoro y elegancia con aquellas personas que, insisto
de manera desinteresada, colaboran con las instituciones locales con el único
objetivo de servir a su pueblo. Este
malestar lo he manifestado en las redes sociales, y soy consciente de que ya
jamás, por lo menos mientras gobierne el actual Equipo de Gobierno -es bien
conocida la consigna política de que “el
que se mueva, no sale en la foto”-, me llamarán pa na, ingresando en el honroso grupo de los Proscritus Sine Die, mas
me importa un pimiento. No estoy en el Flamenco, gracias a Dios, para hacer
ninguna carrera, ganarme las habichuelas, abrazar farolas o mendigar favores,
llamando desesperadamente a las peñas, llorando a los ínclitos representantes o
haciendo la rosca a los políticos. Continuaré, que no quepa la menor duda,
disfrutando y trabajando por el Flamenco de mi pueblo desde distintos foros
(prensa local en sus diversas vertientes, redes sociales, Onda Cero, mi blog,
mi colegio, mi peña Frasquito,
Escuela de Saetas…), como siempre: sin estar al abrigo de la clase política, ni
rendir vasallaje a nadie, con el único límite de mi conciencia. Seguramente, de hecho ya lo están celebrando,
mi BOLSILLO, mujer e hijos agradecerán esta nueva situación. ¿Aceptaría, en un
futuro, una propuesta de colaboración flamenca del Ayuntamiento de mi pueblo?
Que nadie lo dude, mas con la mano por delante para que se valore el trabajo.
Se acabó el ser el único en el Puente
Genil Flamenco que no pasa por taquilla al trabajar para el Excelentísimo.
SALUDOS FLAMENCOS