A partir de los verdiales, y siguiendo los parámetros de una estética musical e
interpretativa muy concreta (la flamenca o jonda) que surgió como contracultura profesional a las modas extrajeras invasoras de la época (la francesa e italiana), se
crearon los fandangos abandolaos y las malagueñas flamencas, sirviendo estas
últimas de modelo interpretativo para la formación, a partir del folclore de
cada zona y el talento creativo de los artistas de las granaínas y todo el conjunto de cantes de Levante (tarantas, mineras y
cartageneras). Sin ir más lejos, los elementos musicales del verdial, en Puente
Genil, creemos, se disolvieron, desde el punto melódico, rítmico y armónico, en
nuestro zángano folclórico.
interpretativa muy concreta (la flamenca o jonda) que surgió como contracultura profesional a las modas extrajeras invasoras de la época (la francesa e italiana), se
crearon los fandangos abandolaos y las malagueñas flamencas, sirviendo estas
últimas de modelo interpretativo para la formación, a partir del folclore de
cada zona y el talento creativo de los artistas de las granaínas y todo el conjunto de cantes de Levante (tarantas, mineras y
cartageneras). Sin ir más lejos, los elementos musicales del verdial, en Puente
Genil, creemos, se disolvieron, desde el punto melódico, rítmico y armónico, en
nuestro zángano folclórico.
Hemos conocido mejor en Un cantaor, un cante de Onda Cero Puente Genil este curioso ritual folclórico.