No pasa un año, queridos lectores, en que, en torno a nuestro
festival de cante, a priori y/o a posteriori, no surja una nueva polémica. A las
ya habituales de la falta de participación en su configuración de las
asociaciones flamencas – ni siquiera se ha consultado a la Peña Frasquito, la
única peña flamenca de la localidad – o la excesiva tardanza en la presentación
del cartel, este año hay que sumar el trato, a todas luces injusto, que se le
ha dado a uno de nuestros dos grandes cantaores locales, concretamente a David
Pino. Veamos.
festival de cante, a priori y/o a posteriori, no surja una nueva polémica. A las
ya habituales de la falta de participación en su configuración de las
asociaciones flamencas – ni siquiera se ha consultado a la Peña Frasquito, la
única peña flamenca de la localidad – o la excesiva tardanza en la presentación
del cartel, este año hay que sumar el trato, a todas luces injusto, que se le
ha dado a uno de nuestros dos grandes cantaores locales, concretamente a David
Pino. Veamos.
Hace unos años, como he manifestado sin complejos en otras
ocasiones, con buen criterio, coincidiendo con la aparición del Membrillo de
Oro, se decidió establecer una alternancia entre los dos grandes cantaores
locales, entre David Pino y Julián Estrada. Un momento muy oportuno, al resolverse
que el ganador del Membrillo intervendría en el festival y al disminuir, por la
crisis, el número de participantes a cinco más el baile. A partir de aquí, se comenzó con la
mencionada alternancia que solo se alteró en el año de la celebración del
cincuentenario, participando los dos. El año pasado, intervino Julián en el
festival, por lo que suponíamos que en el presente le tocaba a David. Bien, la
sorpresa saltó a finales del pasado mes de marzo cuando en el pliego de
condiciones para la licitación del festival leímos que de los cinco cantaores que
participarán, solamente Arcángel y Julián lo tenían asegurado, entrando el
bueno de David en un sistema de elección opcional para decidir el resto.
Concretamente, leímos lo siguiente (textual):
ocasiones, con buen criterio, coincidiendo con la aparición del Membrillo de
Oro, se decidió establecer una alternancia entre los dos grandes cantaores
locales, entre David Pino y Julián Estrada. Un momento muy oportuno, al resolverse
que el ganador del Membrillo intervendría en el festival y al disminuir, por la
crisis, el número de participantes a cinco más el baile. A partir de aquí, se comenzó con la
mencionada alternancia que solo se alteró en el año de la celebración del
cincuentenario, participando los dos. El año pasado, intervino Julián en el
festival, por lo que suponíamos que en el presente le tocaba a David. Bien, la
sorpresa saltó a finales del pasado mes de marzo cuando en el pliego de
condiciones para la licitación del festival leímos que de los cinco cantaores que
participarán, solamente Arcángel y Julián lo tenían asegurado, entrando el
bueno de David en un sistema de elección opcional para decidir el resto.
Concretamente, leímos lo siguiente (textual):
“4. Criterios objeto de adjudicación:
Serán criterios para la determinación de la mejor oferta por orden
decreciente de importancia y su ponderación los siguientes:
decreciente de importancia y su ponderación los siguientes:
1º.- Precio: Menor precio ofertado: max.60 puntos. En lo que se refiere
al precio se otorgará la máxima puntuación (60 puntos) a la oferta más económica
y 0 puntos a la que se realice al tipo de licitación, puntuándose el resto
proporcionalmente.
al precio se otorgará la máxima puntuación (60 puntos) a la oferta más económica
y 0 puntos a la que se realice al tipo de licitación, puntuándose el resto
proporcionalmente.
2º.- Por artista contratado
dentro de cada una de las actuaciones o categorías señaladas como mínimas en la
cláusula 2ª del PPT: max 40 puntos.
dentro de cada una de las actuaciones o categorías señaladas como mínimas en la
cláusula 2ª del PPT: max 40 puntos.
Se valorarán de la siguiente
manera:
manera:
ACTUACIÓN 1:
Opción 1ª: David
Palomar………………………..…………..12 puntos.
Palomar………………………..…………..12 puntos.
Opción 2ª: Antonio Reyes
……………………………………10 puntos.
……………………………………10 puntos.
ACTUACIÓN 2:
Opción 1ª: María Terremoto……………………………….11 puntos.
Opción 2ª: Miguel Levi ………………………………………. 8 puntos.
ACTUACIÓN 3:
Opción 1ª: David Pino…………………………………………
9 puntos.
9 puntos.
Opción 2ª: Jesús Méndez……………………………………. 7 puntos.
ACTUACIÓN 4:
Opción 1ª: Antonio “El Pipa” ………………….…………… 8 puntos.
Opción 2ª: Yolanda Osuna ….……………………………… 5 puntos.
Además de las actuaciones que figuran como obligatorias:
ACTUACIÓN 5: Arcángel
ACTUACIÓN 6: Julián Estrada”
Es decir, la empresa interesada en organizar el festival está
obligada, por decisión legítima de los responsables del mismo, a contratar a Arcángel
y a Julián, y optar, para el resto de las actuaciones, por una de las opciones,
entre las que se encuentra David, que
puede resultar o no elegido. Esta situación solo cabe analizarla desde dos
posibilidades: que la alternancia se haya eliminado – como se comenta en los
mentideros flamencos pontanos – o que continúe, y en ambas con un resultado
difícil de entender. En el caso primero, ¿por qué no se ha establecido en el
pliego de condiciones la obligatoriedad de la participación de ambos, de Julián
y de David? En el segundo caso, ¿por qué no se establece la participación obligatoria
de David, incluyéndose a Julián entre las opciones? Quede claro que los
responsables del festival tienen el derecho a proponer los artistas que
consideren más oportunos, como también los aficionados tenemos el derecho a
cuestionar aquello que no nos parezca bien. En definitiva, y soy muy claro: una
afrenta, en toda regla, de dichos responsables a David.
obligada, por decisión legítima de los responsables del mismo, a contratar a Arcángel
y a Julián, y optar, para el resto de las actuaciones, por una de las opciones,
entre las que se encuentra David, que
puede resultar o no elegido. Esta situación solo cabe analizarla desde dos
posibilidades: que la alternancia se haya eliminado – como se comenta en los
mentideros flamencos pontanos – o que continúe, y en ambas con un resultado
difícil de entender. En el caso primero, ¿por qué no se ha establecido en el
pliego de condiciones la obligatoriedad de la participación de ambos, de Julián
y de David? En el segundo caso, ¿por qué no se establece la participación obligatoria
de David, incluyéndose a Julián entre las opciones? Quede claro que los
responsables del festival tienen el derecho a proponer los artistas que
consideren más oportunos, como también los aficionados tenemos el derecho a
cuestionar aquello que no nos parezca bien. En definitiva, y soy muy claro: una
afrenta, en toda regla, de dichos responsables a David.
Por otro lado, no nos parece conveniente para nuestro
festival este sistema opcional de selección, al fundamentarse entre parejas de
cantaores que, desde el punto de vista estético, poco tienen que ver. El cante
de David Pino es diametralmente opuesto al de Jesús Méndez, lo mismo que el de
David Palomar con el de Antonio Reyes, a pesar de ser ambos gaditanos. Quizás
se salven un poco de esta dualidad los dos cantaores jerezanos (Miguel Lavi y María Terremoto), pero aquí aparece otra
circunstancia, en mi opinión, negativa: el escaso nivel, A PRIORI, de ambos para
lidiar en una plaza de primera como la de Puente Genil. María, que llegará a
ser sin duda una buena cantaora, aún está muy verde, es jovencísima, y Miguel carece
de una trayectoria importante como cantaor de adelante, aunque no es descartable que, conociendo la idiosincrasia
del cante jerezano basado en la inspiración y el pellizco, se ganen al exigente
público pontanés. En cuanto al baile, ídem:
dos estéticas distintas. Para concluir, nuestro festival, en mi opinión, debe
de definirse, cada año, con una línea estética concreta. Sus responsables deben
decidir, claramente, el perfil de los cantaores, y con este sistema opcional, insisto
entre artistas tan dispares, no se consigue dotar al mismo de una personalidad
propia. Por cierto, me gustaría conocer los criterios de asignación de los
puntos a los artistas…
festival este sistema opcional de selección, al fundamentarse entre parejas de
cantaores que, desde el punto de vista estético, poco tienen que ver. El cante
de David Pino es diametralmente opuesto al de Jesús Méndez, lo mismo que el de
David Palomar con el de Antonio Reyes, a pesar de ser ambos gaditanos. Quizás
se salven un poco de esta dualidad los dos cantaores jerezanos (Miguel Lavi y María Terremoto), pero aquí aparece otra
circunstancia, en mi opinión, negativa: el escaso nivel, A PRIORI, de ambos para
lidiar en una plaza de primera como la de Puente Genil. María, que llegará a
ser sin duda una buena cantaora, aún está muy verde, es jovencísima, y Miguel carece
de una trayectoria importante como cantaor de adelante, aunque no es descartable que, conociendo la idiosincrasia
del cante jerezano basado en la inspiración y el pellizco, se ganen al exigente
público pontanés. En cuanto al baile, ídem:
dos estéticas distintas. Para concluir, nuestro festival, en mi opinión, debe
de definirse, cada año, con una línea estética concreta. Sus responsables deben
decidir, claramente, el perfil de los cantaores, y con este sistema opcional, insisto
entre artistas tan dispares, no se consigue dotar al mismo de una personalidad
propia. Por cierto, me gustaría conocer los criterios de asignación de los
puntos a los artistas…
Mas no todo es negativo, quizás el gran acierto de los
responsables este año es la elección del homenajeado, nuestro inolvidable PERICO LAVADO, un personaje queridísimo
y vital en la historia del flamenco de Puente Genil. Más allá de sus innegables
cualidades artísticas, Perico
protagonizó y lideró la época de fomento y divulgación del cante más fructífera
de nuestro pueblo. De su recordada taberna disfrutaron los mejores artistas
flamencos de nuestro país, además de servir de impresionante escuela de
formación de aficionados y artistas.
responsables este año es la elección del homenajeado, nuestro inolvidable PERICO LAVADO, un personaje queridísimo
y vital en la historia del flamenco de Puente Genil. Más allá de sus innegables
cualidades artísticas, Perico
protagonizó y lideró la época de fomento y divulgación del cante más fructífera
de nuestro pueblo. De su recordada taberna disfrutaron los mejores artistas
flamencos de nuestro país, además de servir de impresionante escuela de
formación de aficionados y artistas.
ÁLVARO DE LA FUENTE ESPEJO