Sin ser el objetivo de estudio del trabajo de investigaciób sobre el zángano de Puente Genil[1], ofrecemos unos breves apuntes sobre los Coros y Danzas de la Sección Femenina de Puente Genil al objeto de entender mejor las circunstancias en las que nacieron nuestros dos zánganos de Coros y Danzas. Dos formas musicales, supuestamente, recuperadas de las músicas folclóricas que los hortelanos interpretaban siglos atrás en las riberas del Genil y que para muchos tratadistas y aficionados representan, concretamente el segundo de ellos, el origen del zángano flamenco. Manida, esta última, afirmación que jamás ha sido demostrada con datos fehacientes.
LA SECCIÓN FEMENINA DE LA FALANGE EN PUENTE GENIL
La Sección Femenina – rama femenina del partido Falange Española – fue constituida en Madrid en 1934, llegando a funcionar durante más de cuarenta años. En todo este tiempo estuvo dirigida por Pilar Primo de Ribera. Se disolvió tras la caída de la dictadura del general Franco, concretamente en 1977. Nosotros no vamos a entrar en cuestiones ideológicas o políticas, únicamente nos centraremos en la labor que, a través de Coros y Danzas, la Sección Femenina protagonizó en pro del folclore musical nacional.
De acuerdo con Diego Igeño Luque[2], la Falange Española de Puente Genil durante la II República fue la organización de esta naturaleza más importante de la provincia de Córdoba. Sus orígenes, según Antonio Losada Campos, hay que encontrarlos en el momento fundacional del partido en el Teatro de la Comedia de Madrid, el 29 de octubre de 1933[3] “al que asistieron dos jóvenes, don Julio Moreno Carvajal[4] y don Ángel Moreno Melgar, que circunstancialmente se hallaban en la Villa y Corte, cumpliéndose el servicio militar, quienes al volver a Puente Genil, ya traían la idea de organizar F.E. en la misma”.[5] La constitución oficial de la organización aparece fechada el 17 de febrero de 1935 por las crónicas de la época, concretamente en el ABC de Sevilla del 19 de febrero: “Inauguración del Centro de Falange Española en Puente Genil. Córdoba 18, 5,30 tarde. Ayer se celebró en Puente Genil la constitución oficial de Falange Española, de aquella ciudad, asistiendo representantes de Córdoba, y los jefes provinciales, D. Rogelio Vignote, y regional, D. Sancho Dávila, quienes hicieron uso de la palabra. La asistencia fue muy numerosa. Al comenzar el acto, fueron leídos los nombres de los muertos de la organización. Guardaban del mantenimiento del orden en el interior del local jóvenes falangistas, con brazaletes, correctamente formados. Después de la inauguración, los jefes y representaciones se reunieron, en una comida íntima, en el restaurante de la estación”.
En cuanto a la Sección Femenina de Puente Genil, de acuerdo a la información facilitada a un servidor por el historiador local Luis Velasco Fernández-Nieto en las múltiples conversaciones mantenidas, nos encontramos, en el Amanecer del 14 de junio de 1937, con la siguiente noticia: “Nombramientos. Aprovechando su estancia en ésta con motivo del Día de la Falange, la Jefa provincial de la Sección Femenina de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Carolina Zamora ha constituido la Junta de esta Sección Femenina en la siguiente forma. Jefe: María Jesús Moreno Carvajal. Secretaria: Carmen Melgar Morales. Tesorera: Emilia Morales Melgar. Delegada de Auxilios Sociales: Francisca Reina Porras. Secretaria: Lola Reina Moreno”[6].
Es decir, en 1937, en Puente Genil ya estaba plenamente constituida la Sección Femenina, en cuyo seno surgió Coros y Danzas, organización que, supuestamente, recuperó el zángano tradicional. Un dato interesante de esta noticia lo encontramos en su jefa, en María Jesús Moreno Carvajal, que, según algunos testimonios que trataremos más adelante, fue la que se encargó de recuperar, entre los hortelanos y hortelanas de algunas aldeas de Puente Genil, el zángano tradicional. María Jesús se mantuvo como Jefa de la Sección Femenina hasta los años 60, aunque en 1939 aparece el nombramiento como jefa, creemos que puntual, de María Delgado[7]. Una Sección Femenina que no solo tuvo entre sus quehaceres la recuperación del folclore musical. En su seno se desarrollaron múltiples y variopintas actividades (teatro, cursos de cocina, artesanía, clases de Religión, deportes, escuelas de formación…) impartidas por instructoras que, creemos, contribuyeron a paliar, de alguna manera, el maltrecho nivel cultural en el que quedó la población infantil durante los duros años de la posguerra.
ORÍGENES DE COROS Y DANZAS DE PUENTE GENIL
Como explicamos en una anotación a pie de página de otro apartado, Coros y Danzas fue una organización nacional española creada en 1939 en el seno de la Sección Femenina de FET (Falange Española Tradicionalista) y de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), dedicándose, desde sus inicios, a recoger, recuperar y conservar el folclore tradicional en trance de desaparición en muchos sitios, procurando su rehabilitación y arraigo en su forma más pura y original. El objetivo, muy claro: recuperar las raíces seculares del alma española plasmadas en el folclore musical. Para ello utilizaron los recordados Concursos de Coros y Danzas, que se desarrollaron desde 1942 a 1976 completando un total de veinte ediciones. Fueron ideados por la mismísima Pilar Primo de Rivera: “Aún en plena guerra, pensé que una de las cosas a revitalizar debían ser los valores populares auténticos, demostrativos de la variedad regional española, pero todos ellos integrados en su unidad. Algunas regiones como Galicia, Vasconia, Asturias, Aragón, Santander o Cataluña (sin contar con Andalucía donde el fenómeno espontáneo reviste caracteres aparte) contaban con gentes interesadas como los musicólogos, pero actuaban de modo aislado, no tuvo repercusión ni mantenimiento. Pero otras regiones, la mayoría, no tenían ese apoyo así que creí que la mejor manera de salvaguardalas a todas era recuperarlas y organizar campeonatos o concursos donde el estímulo de premios moviera a participar a muchos. Pero se necesitaban promotores y con ese fin se promovieron en 1938 en Málaga, Valladolid, Zamora y Vigo, cursos de instructores y profesores de música – dirigidos por el maestro Benedito a quien llamé expresamente a Burgos – para que reconstruyeran el folklore español”[8]. Tras los primeros cursos de instructores en 1938, se eligieron en cada provincia a regidoras para que investigaran, con la ayuda de técnicos de música y danza, en sus pueblos las costumbres, canciones, danzas y trajes olvidados con el objetivo de recoger y divulgar el folclore musical de todo el país. Así, poco a poco, se conformaron, en las diferentes provincias, las primeras agrupaciones de Coros y Danzas entre aquéllos que tuviesen mejores facultades para la danza y el cante, hasta celebrarse en 1942, por orden de la Delegada Nacional, el Primer Concurso Nacional de Canciones y Danzas Populares, participando un total de setenta y cuatro grupos de coros, y cincuenta y dos de danzas. El primero de veinte ediciones que contribuyeron, decididamente, tanto a la divulgación del folclore musical como a la proliferación de grupos de Coros y Danzas por todo el territorio nacional, y cuyos componentes encontraron, durante unos años muy duros como consecuencia de la guerra civil, una plataforma idónea de enriquecimiento cultural y convivencia social.
Del Reglamento y Organización de los Concursos de Coros y Danzas, de los primeros años, destacamos:
-Había tres modalidades diferentes de participación: coros, danzas y mixtos. Los coros se componían de quince a sesenta voces. Los grupos de danzas, de cuatro a ocho parejas, además de una rondalla (guitarra, gaita, laúd…) y alguien que cantase. Y los grupos mixtos (coro y danza) estaban constituidos por un número de intérpretes que oscilaba entre los veinticinco y sesenta, con una rondalla (guitarra, gaita, laúd…) y un coro para acompañar a la canción o a la danza.
-Constaban de cuatro pruebas eliminatorias: provincial, regional, de sector y nacional. En la provincial competían, en la capital de provincia, las diferentes agrupaciones de las localidades de provincia. En la regional competían, en una de las capitales de la región, los vencedores de cada provincia. En la de sector (España se dividió en cuatro sectores: Norte, Sur, Centro y Levante) competían los vencedores de las regiones. Y en la nacional, que tenía lugar en Madrid, se elegían a los grupos ganadores, de las tres modalidades, entre los vencedores de las regiones.
-Entre los criterios de calificación por parte del jurado de las diferentes fases había uno que consideramos muy relevante como analizaremos más adelante. Tiene que ver con el hecho de que se daba mayor puntuación a los grupos que proponían bailes y danzas antiguas que habían sido recogidos de personas ancianas en pueblos y aldeas.
-Y los grupos que podían participar eran de: Sección Femenina, Juventudes de Sección Femenina, Sindicato Español Universitario (S.E.U) y Sindicadas (afiliadas de la Central Nacional Sindicalista). En la modalidad de mixtos solo podían presentarse grupos de la Sección Femenina. Las Juventudes la integraba las niñas menores de diecisiete años (Margaritas, de 7 a 10; Luceros, de 11 a 13; y Flechas, de 14 a 17).
La información más antigua que hemos encontrado sobre la existencia de grupos de Coros y Danzas de Puente Genil nos la sugirió Joaquín Ruiz Millán en una conferencia publicada en la revista El Ponton[9]. Afirma este ilustre m húsico pontanés: “La Danza Folklórica que ha alcanzado más popularidad en Puente Genil y quizás sea la única que ha existido, al menos en la época que nos ocupa, es la denominada “El Zángano”, la cual al igual que en otras regiones de España, se ejecutaban otras similares, para festejar el final de las cosechas. El llamado “El Zángano”, es una especie de fandango bailado muy popular y genuino de Puente Genil, que se bailaba con motivo de la recolección del membrillo en una fiesta final celebrada en la ribera de huertas. Este baile, que casi llegó a perderse, fue recuperado en 1943 siendo su primera presentación en un Concurso de Coros y Danzas celebrado en Córdoba el año 1944. También actuó un coro de voces femeninas, que bajo mi dirección, interpretamos la habanera “Dime por qué”, “Las Campanas (Balada), una composición obligada en Latín, y “Alondras y Ruiseñores”, de Miguel Romero y Miguel Gant, transcrita por D. José Arcos Cosano para 3 voces femeninas a Coro, con la cual conseguimos se finalistas con Córdoba capital. Este certamen provincial se celebró en el Cine Góngora, de cuyo acto conservo algunas fotografías. A partir de esa fecha no dejó de promocionarse el Arte Folklórico pontanés, sucediéndose nuevos valores tanto en su Dirección como en su ejecución, incluyendo en su repertorio otros bailes como los Verdiales de Málaga, Tanguillos de Cádiz, Fandangos de Córdoba y Lucena, etc. Es de justicia resaltar la meritoria labor de Angelita Martín Flores, excelente Profesora, junto con sus hermanos y un gran número de componentes innumerables, imposibles de citar, pertenecientes al Grupo artístico denominado “El Zángano” y su derivado “El Zanganito”, super conocidos ambos por sus muchos éxitos cosechados en España y en el extranjero”. Acompañamos esta información con las fotografías de las que habla Joaquín, testigo directo en el certamen:
En la primera fotografía, fechada en septiembre de 1943, aparece un coro dirigido por el propio Joaquín Ruiz Millán en el que podemos observar a María Delgado Cabello y a María Jesús Moreno Carvajal que, como hemos documentado con anterioridad, fueron jefas de la Sección Femenina de Puente Genil, la segunda de ellas, de acuerdo a varios testimonios, principal responsable de la recuperación del zángano. Y en la segunda fotografía, fechada el 8 de mayo de 1944 en el cine de Góngora de Córdoba, aparece el GRUPO DE BAILE DE “EL ZÁNGANO” en el contexto de su participación, según Joaquín Ruiz, en el Concurso de Coros y Danzas Provincial – concretamente el tercero -, presentando por primera vez el zángano de Puente Genil. Aparecen las bailaoras y una pequeña rondalla constituida por un laúd, una trompeta – tocada por el propio Joaquín – y la guitarra de José Bedmar Castillo El Seco Hijo que durante muchos años formó parte de la agrupación. No sabemos si faltaba alguien más, aunque creemos que sí – por ejemplo, María Jesús Moreno –. Hemos encontrado la siguiente noticia[10], fechada el 19 de mayo de 1944 en el Diario Córdoba, que viene a certificar la participación del grupo de danzas de Puente Genil en el concurso de dicho año. Dice así: “III CONCURSO NACIONAL DE COROS Y DANZAS DE LA SECCIÓN FEMENINA. Córdoba ha resultado finalista en cantos, bailes y mixtos. A las once de la mañana de ayer, se celebró en el Cine Góngora, la Prueba Regional de Coros y Bailes, para elegir la representación cordobesa que ha de actuar en Madrid, junto a los demás grupos españoles en el próximo mes de octubre. Compitieron el coro de Peñarroya y Córdoba, en canciones y bailes. Después de varias actuaciones, Córdoba ha ganado la Prueba Regional en Coros, Danzas y Mixtos. El jurado está muy satisfecho de la magnífica actuación que han tenido todas las Locales asistentes al Torneo, destacándose Pueblo Nuevo y también Puente Genil y Lucena. La clasificación ha sido dificilísima, pues cada conjunto se superaba a si mismo con noble pugna con los restantes y traía su estilo y su gracia peculiar que se hacían acreedores de un premio. Ha ganado el mejor entre los Locales, aunque todos eran excelentes, por una superioridad aplastante de cuarenta puntos de diferencia. Con este motivo, es de notar el gran esfuerzo realizado por las Locales de Córdoba, afanosas de explotar el rico filón de nuestro folklore. Ha sido una verdadera sorpresa para el jurado calificador encontrar en Andalucía conjuntos tan logrados y notables, que nada tienen que envidiar a los mejores del norte con tener éstos tan rancia solera. No se sabía que admirar más, si la finura exquisita de los coros o el donaire con que se ejecutaban las danzas, a veces de una delicadeza suma. Los trajes también han llamado la atención, por ser algunos antiquísimos y con el sello inconfundible de todo lo rancio y aristocrático. Un motivo más de estímulo para la Sección Femenina de Córdoba que quiere seguir trabajando con mayor ahínco aún hasta reivindicar plenamente los bellos cantos y las danzas rítmicas y sentimentales de nuestra región”.
Si nos fijamos en la noticia, se narra la fase regional disputada entre Peñarroya y Córdoba celebrada el 18 de mayo, destacándose la participación de Puente Genil durante el torneo. Participación que, según Joaquín Ruiz Millán – insistimos, testigo y protagonista directo del acontecimiento -, se efectuó el 8 de mayo durante la fase provincial.
En un próximo trabajo bibliográfico profundizaremos sobre el discurrir histórico de esta agrupación, fundamental en la labor de divulgación de la cultura musical y dancística de Puente Genil. Creemos que dicha agrupación se merece un estudio exclusivo, profundo y documentado, Puente Genil se lo debe sin ninguna duda. Quedémonos con el dato, ya documentado, de que fue a partir de 1944 cuando se comenzó a divulgar los dos zánganos de Puente Genil de Coros y Danzas por toda la geografía del país.
[1]En futuro no muy lejano esperamos publicar un libro dedicado, exclusivamente, a los Coros y Danzas de Puente Genil. [2]Todo lo relacionado con los orígenes de la Falange Española en Puente Genil que aparece en este apartado pertenece a su libro Puente-Genil en los años treinta. Dictablanda y II República, págs. 228-231, editado en 2014. (Información facilitada por el historiador local, y buen amigo, Luis Velasco Fernández-Nieto) [3]Luis Suárez Fernández en Crónica de la Sección Femenina y su Tiempo. Asociación Nueva Andadura, 1992. Pág. 17: “Todo empezó en la mañana del 29 de octubre de 1933, en un teatro de Madrid, el de la Comedia, en la Calle del Príncipe. Su propietario lo había cedido gratuitamente para que en él se celebrara un acto de afirmación nacional, presidido por Narciso Martínez Cabezas, en el que intervendrían por este orden: Alfonso García Valdecasas, conocido por su preparación jurídica y tendencias conservadoras, Julio Ruiz de Alda y José Antonio Primo de Rivera, el mayor de los hijos del General, que, entre 1923 y 1930 presidiendo un Directorio, primero militar y luego civil, conocido comúnmente como Dictadura. Prescindiendo de cualquier perjuicio, en favor o en contra, los historiadores deben constatar, ante todo, que el discurso de José Antonio fue una pieza oratoria magnífica, capaz de despertar el entusiasmo de quienes estuviesen dispuestos a captar la riqueza y densidad de su pensamiento”. [4]Hermano de María Jesús Moreno Carvajal, primera jefa de la Sección Femenina de Puente Genil, que, según algunos testimonios, recuperó el zángano tradicional. [5]Historia de la Villa de Puente Genil, pág.307. Ediciones Castilla, S.A. MADRID, 1971 [6]En el Defensor de Córdoba, fechado también el 19 de febrero de 1935, aparece una crónica muchísimo más amplia y detallada del acontecimiento. [7]Información que aparece en el Amanecer del 13 de marzo de 1939. [8]Primo de Rivera, P. Principio de los Coros y Danzas. Revista Teresa. Madrid, 1959 y octubre de 1972. (Información recogida de Historia de los XX Concursos Nacionales de Coros y Danzas de la Sección Femenina. Canciones y Danzas de España -1942-1976-. Depósito legal: MU 79-2016, pág,15. José Francisco Martí Roch). [9]Publicada como un fascículo en El Pontón, nº 80. Asociación Cultural Amigos de Puente Genil, 1993. (Información facilitada por Luis Velasco Fernández-Nieto). [10]Información facilitada por Luis Velasco Fernández-Nieto.
(Aproximación al Zángano Flamenco del libro Flamencum Revolutum. 2020. Autor: Álvaro de la Fuente Espejo.)