EL ZÁNGANO Y AGUSTÍN GÓMEZ

El montillano Agustín Gómez ha sido uno de los flamencólogos más capaces y rigurosos que ha generado el flamenco. Su amplia trayectoria y numerosos trabajos así lo certifican. Por este motivo nos sorprende, sobremanera, su reflexión en torno al zángano flamenco que reflejó en la famosa obra Historia del Flamenco de la Editorial Tartessos de 1995. Una reflexión, en nuestra opinión, plagada de errores. Aunque ya la expusimos en el segundo apartado de este capítulo, procedamos a recordarla para su valoración:

 “ ‘Fosforito’ fijó en él un cante abandolao que tiene su arranque de la Rondeña que canta Jacinto de Almadén en la Antología de Hispavox. Son coincidentes las maneras de cantar estos versos:

 de Jacinto:

Navegando me perdí…’

 de ‘Fosforito’:  

‘Con el polvo del camino…’

En lo que sigue aparece ya la expresión más cordobesa de ‘Fosforito’ hacia una verdial natural:

‘Con el polvo del camino

 y el agua de la ribera

 se ha puesto mi niña enferma

quiera Dios que no se muera’.

La grabó ‘Fosforito’ en una serie de verdiales distintas en sus primeras grabaciones de sello Philips. Pedro Lavado modifica la línea melódica de arrancada para eliminar todo recuerdo de rondeña, cuando canta esta letra:

‘Hay un mu señor paseo

de la Puente hasta Lucena

que yo ando paso a paso,

por ver tu cara morena

y nunca me haces caso”.

Sin embargo, cuando grabó para RCA en su Nueva Gran Antología Flamenca aparece de idéntica manera de ‘Fosforito’ con estas letras:

‘Los membrillos de mi pueblo

son dulces y algunos agrios;

pero en cambio las mozuelas,

cuando les besas los labios,

saben a miel y a canela’

Esta otra es más personal:

‘En Puente Genil nací

y a la hora de mi muerte

quiero que me entierren a mi

en Lucena o en La Puente’ “.

Se equivoca Agustín al afirmar: “Fosforito fijó en él un cante abandolao que tiene su arranque de la Rondeña que canta Jacinto de Almadén en la Antología de Hispavox”, ya que como hemos explicado y demostrado a lo largo del presente capítulo, en los cuatro zánganos que grabó el maestro, el arranque, es decir el primer tercio, en ningún momento sigue la línea del primer tercio de la rondeña de Almadén (Navegando me perdí), sino el  primer tercio del fandango de Cayetano ( Se lo cuenta a mi mare). La justificación de Agustín es que Fosforito empieza un zángano titulado Con el polvo del camino de sus primeras grabaciones en Philip con el tercio de la rondeña, un zángano que, en su opinión, forma parte de una serie de verdiales diferentes. Después de revisar la discografía de Fosforito y consultar a varios expertos en discografía flamenca, tenemos muy claro que esta información no es correcta, al no aparecer dicho zángano en la discografía del maestro. El primer zángano que grabó Fosforito fue para Philip en 1957 y, efectivamente, forma parte de una serie de verdiales flamencos o cantes abandolaos (fandango de Lucena, zángano y verdial), pero no es el que menciona Agustín (Con el polvo del camino) sino, como analizamos en el apartado tercero de este capítulo, Qué adelanto con quererte, cuyo primer tercio se fundamenta, muy claramente, en el primer tercio del fandango de Cayetano. Continúa errando Agustín, en esta ocasión hablando de Perico Lavado, al afirmar: “Pedro Lavado modifica la línea melódica de arrancada para eliminar todo recuerdo de rondeña, cuando canta esta letra (refiriéndose al zángano Hay un muy señor paseo)”. Efectivamente, aquí Perico comienza con el tercio de Cayetano, y no con el de la rondeña, mas, en nuestra opinión, no modifica nada con este zángano grabado en 1971, sino que continúa la línea de Fosforito, que para esa fecha ya había grabado sus cuatro zánganos, todos ellos con el primer tercio de Cayetano. De los cuatro zánganos grabados por Perico (el primero en 1964), solo el anteriormente mencionado sigue la línea de Cayetano, empezando los otros tres con la rondeña, por lo que creemos que fue Perico, y no Fosforito, el que añadió al zángano este arranque arrondeñao, que, como hemos explicado a lo largo de este capítulo, constituye el principal rasgo que define lo que hemos denominado la variante de Perico Lavado. En esta línea de Agustín se han manifestado algunos aficionados y estudiosos, quizás todos ellos influenciados por su indiscutible magisterio flamenco, como Jesús Asensi o Juan Ortega. Jesús al afirmar[1]: “Cualquiera que sea su emparentamiento con el fandango lucentino o con los verdiales, lo cierto es que el ‘zángano’ adquirió personalidad propia y auténtico rango flamenco, cuando ‘Fosforito’ lo recogió con cariño y lo transformó, elevando su base folclórica a la categoría flamenca. Como indica Agustín Gómez: ‘Fosforito’ fijó en el zángano un cante abandolao que tiene arranque de rondeña, resolviéndose, después, de forma muy personal, en una verdial natural’ “. Y Juan cuando, en su extraordinario trabajo sobre el flamenco de Puente Genil, manifiesta: “Pedro, sobre lo escuchado lo acomodó a su voz, modificando en algo su línea melódica de arrancada (recuerda a Varea y Juanito Almadén) alejándolo de la rondeña”[2]. Evidentemente, por lo expresado en este apartado y en otros anteriores, no podemos estar de acuerdo ni con Jesús ni con Juan, ya que fue precisamente Perico, en nuestra opinión, el que acercó el zángano a la rondeña.

 

[1] Artículo El “Zángano” de Puente Genil en la Discografía de “Fosforito”. La Uvita - Revista Informativa Ilustrada de la Asociación Manantera de Puente Genil en Madrid -, 2002.

[2] Puente Genil: Cien años de Arte Flamenco y cincuenta del Festival de Cante Grande Fosforito. Diputación Provincial de Córdoba y Excelentísimo Ayuntamiento de Puente Genil, agosto 2018. Pág.149

(Aproximación al Zángano Flamenco del libro Flamencum Revolutum. 2020. Autor: Álvaro de la Fuente Espejo)

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